¿Arte e implantes? ¿Es posible?

Muchos artistas prefieren retratar la naturalidad, las dimensiones originales del cuerpo en el arte que producen, ya sea pintura, fotografía, escultura, cine o performance. Sin embargo, hay otros, como los cubistas o futuristas que prefieren, o están interesados, en retratar los aspectos de la vida moderna, personas comunes y corrientes con tatuajes, imperfecciones y, por supuesto, implantes de senos e implantes de glúteos.

Los artistas pop de los años 60 de los Estados Unidos e Inglaterra basaban su arte en las imágenes icónicas del mundo popular, figuras reconocibles por cualquiera. Entre estas, la famosa Marilyn Monroe, modelo y estrella de cine que se expresaba a través de su talento y sensualidad. Andy Warhol supo retratar su esencia con su fotografía y serigrafías. Otros autores retrataron estrellas de cine de diversa clase, como la conocida estrella de películas para adultos, la Cicciolina.

Hoy por hoy, muchos artistas se basan en el mundo cotidiano, la belleza popular para dar vida a sus trabajos. La reconocida Jenny Saville pinta cuadros expresionistas de grandes dimensiones donde el cuerpo es protagonista. Esta artista inglesa pone en jaque la forma y desnudez del cuerpo, muchos de ellos con implantes de gluteos de diversos tamaños o implantes mamarios.

Al igual que cualquier otra mujer, las mujeres con implantes de glúteos o mamoplastia pueden ser retratadas en el trabajo de cualquier artista que esté interesado en ese tema. Muchos considerarán que este aumento de volumen es ideal para su trabajo, y también cabe mencionar que, en muchas ocasiones, el trabajo de implantes está tan bien hecho que no se nota en absoluto.

En su mayoría, los cuerpos voluptuosos y con implantes son preferidos por fotógrafos que buscan en su trabajo la exuberancia del cuerpo femenino y la representación de la vida a través de este. A fin de cuentas, es un trabajo de simbolismo, y los artistas buscan dar a conocer su mensaje mediante la forma de su arte, el fondo de su discurso y la figura que deja en evidencia.

Arte ochentero

En los años 80, el tejido cultural es más amplio, múltiple y heterogéneo, así que no siempre es sencillo definir con unos pocos adjetivos o nombres cómo era la pintura en esta época. ¡Había demasiado que analizar! Si lo pensamos así, este puede ser un rasgo de la época: la diversidad.

Efectivamente, además de en el mundo formal, también crecen las corrientes de arte informales, ya sea en pintura, teatro y en vídeo. De todos modos, en esta etapa destaca la figura de Richard Long quien crea esculturas a partir de piedras, trozos de madera y cualquier material que encontrase durante sus largas caminatas.

En cuanto a la pintura, se manifestará en ella una libertad ilimitada y será recurrente la mezcla del placer y el drama, la alegría y la violencia, lo tenebroso y lo humorístico. En esta época, se mezcla todo lo descubierto durante el siglo: el expresionismo, el fauvismo y, por supuesto, el arte nacido en los Estados Unidos. De hecho, el arte se ha universalizado y en muchos países del mundo se bebe de las mismas fuentes. Sin ninguna duda, estamos ante el inicio de la globalización.

Los años 60 en Estados Unidos

En los años 50, Estados Unidos se convirtió en el país que más impulsó al arte y dentro de ese cuadro, el expresionismo abstracto había dado importancia a «lo físico», pero ya en los 60 se configuró una nueva realidad. Se empezarán a utilizar materiales de desecho en las nuevas obras. Esto da una nueva riqueza en las texturas de las piezas y a la vez transmite una mayor intensidad en el mensaje expresivo. Como todo buen entendido de arte sabe, es en los años 60 cuando se da el auge del pop art, que marcaba la modernidad en el marco de la libertad estadounidense.

¿A qué hace referencia el pop art? Se trata de obras creadas a partir de productos de consumo, carteles e imágenes consumidos en masa que realizaron artistas seguidores de Johns y Rauschenberg. Esta nueva corriente se caracteriza por darle un punto colorido y de humor a sus obras.

Colores y artistas vistosos

Los comics, con sus diálogos, se convirtieron en una fuente de inspiración en muchas de las obras. Uno de los artistas más conocidos dentro de esta corriente es sin lugar a dudas Andy Warhol. Es una época para la simplicidad, los colores vistosos, lo cotidiano y la alegría. Esta oleada pop no se quedó solamente en los Estados Unidos, pues también se extendió en Europa. Eso sí, a la Escuela de París no acabará de hacerle mucha gracia y verá esta nueva forma de crear con cierta hostilidad o indiferencia.

En conclusión, en esta etapa de la historia del arte podemos observar cómo los Estados Unidos de América han conseguido desarrollar un arte muy personal que se apoyará en un mercado muy poderoso.

Arte digital y fotográfico con dispositivos móviles

El arte ha rebasado todas las fronteras, desde hace ya mucho tiempo. Hoy por hoy, el lenguaje artístico vas más allá del caballete o el volumen escultórico, sino que ha incorporado las técnicas digitales para expandir las posibilidades, así como diversos dispositivos y medios.

Todo dispositivo capaz de registrar imágenes ya sea de manera analógica o digital, puede ser utilizado como una herramienta de creación visual. La cámara fotográfica ha sido un gran aliado a este respecto, ya que permite capturar imágenes instantáneas e irrepetibles, registrando un momento que puede convertirse en una obra única.

Pero gracias a la tecnología, la fotografía ha dejado de ser un proceso exclusivo de las cámaras especializadas, para expandirse a los teléfonos móviles y otros dispositivos. Relacionado a esto, un iPhone de segunda mano puede ser una alternativa inteligente.

La fotografía analógica, así como la fotografía que puede realizarse mediante un iPhone segunda mano, no difiere mucho de la pintura en cuanto a lenguaje y composición. Claro, la fotografía digital puede intervenirse con programas especializados, mejorando su brillo, nitidez, enfoque y/o su contraste, pero el centro de la cuestión es el mismo: la calidad artística de la imagen.

En primer lugar, el tamaño y resolución de la cámara y pantalla del iphone son menores. Además, tienen una proporción diferente. Esto significa que hay que prestarle especial atención al encuadre de la imagen, es decir, a lo que se deja dentro y fuera de la captura.

Una vez se ha decidido qué es lo que se incluirá al interior de la imagen, es preponderante decidir la perspectiva, el contraste entre la forma y el fondo, y la utilización de texturas que enriquezcan la imagen.

Pero más allá del talento que se tenga, es posible mejorar la imagen con programas especializados, como Photoshop, Illustrator y otros que pueden descargarse para su versión de móviles.

Estos diferentes tipos de software permiten modificar y corregir todo lo mencionado en el apartado anterior. Es decir, recortar la imagen para un mejor encuadre, alterar la composición, el contraste, mejorar el brillo y resaltar texturas, colores y todo lo que se desee.

De todas formas, se requiere de cierto manejo, sobre todo cuando esta edición se realiza en un iPhone de segunda mano. Es fundamental aprender cómo funcionan estos programas, para sacarle el mejor provecho al sistema y lograr el resultado que se busca.

La práctica hace al maestro, por lo que la dedicación constante es el secreto. La perseverancia y un iPhone de segunda mano hacen una excelente combinación.